10 de octubre de 2019
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Fintech y innovación
Nicholas Flaherty, Investment Strategist at FWU Invest S.A.
La inversión cuantitativa, que a menudo se abrevia como Quant, puede sonar intimidante y complicada, pero no tiene por qué serlo. Vamos a analizarla y a darte una imagen global de lo que es.
Comencemos por analizar cómo funciona la inversión «tradicional», pues eso te permitirá entender mejor cómo encaja Quant. Tradicionalmente, la gestión de la inversión se basa en la selección de valores que hacen los profesionales, que analizan las empresas individuales teniendo en cuenta los balances, las cuentas de resultados, las declaraciones de la gerencia, etc. En otras palabras, el proceso de inversión se basa en la evaluación humana de las empresas, aunque después es el criterio el que determina qué hace que una inversión sea buena y qué no.
Por el contrario, la inversión cuantitativa no utiliza el criterio humano para tomar decisiones de inversión: todo el concepto se basa en procesos sistemáticos y repetibles. En otras palabras, «se basa en reglas» con las que se desarrollan modelos matemáticos para encontrar oportunidades de inversión, en lugar de depender de ejércitos de analistas que estudien los datos de la empresa y opinen sobre lo que es una buena inversión. En resumen, un enfoque cuantitativo permite que la máquina decida y va más allá del criterio humano.
Entonces, ¿qué enfoque es mejor? Sin duda, como somos una agencia Quant, en cierto modo no somos objetivos, pero el motivo por el que hemos elegido un enfoque Quant se reduce a dos ventajas distintas.
En primer lugar, al utilizar una estrategia de inversión sistemática y cuantitativa, evitamos caer en trampas de comportamiento, es decir, no dejamos que las emociones afecten a nuestro enfoque de inversión. Esto es muy importante porque, como señaló Benjamin Graham, el mentor de Warren Buffet, «el principal problema del inversor, e incluso su peor enemigo, es él mismo». Como humanos, podemos sucumbir fácilmente a la codicia, por ejemplo, y aferrarnos a las acciones mucho más de lo que deberíamos –como demostró la burbuja tecnológica a principios de la década de 2000. También es probable que nos dejemos vencer por el miedo, como les pasó a muchos a raíz de la crisis de 2008, que más adelante se perdieron gran parte del fantástico mercado alcista que vino después. Pero con un enfoque Quant, nos fijamos solo en los números, sin dejar que las emociones nos nublen el juicio.
Usando un marco cuantitativo, también podemos ser mucho más eficaces. Pensemos por un momento: con un enfoque tradicional de gestión de fondos, si deseas analizar miles de acciones, tienes que contratar a un grupo de analistas y gestores de cartera que revisen los balances, las cuentas de resultados y todas esas cosas.No obstante, con un enfoque menos «humano», podemos analizar miles de acciones muy rápidamente. En otras palabras, es mucho más eficaz para procesar la información, por lo que podemos tomar decisiones de inversión mucho más rápido. Al analizar más acciones, aumentamos las posibilidades de encontrar las que son correctas y, al mismo tiempo, podemos diversificar fácilmente a nivel mundial: no importa si analizamos 2 acciones o 2000, porque tenemos a nuestra disposición todo el mundo de los mercados de capital.
En el futuro, según avancemos en la era del Big Data, la capacidad de digerir y sintetizar rápidamente la información será aún más importante. Por eso, es probable que las ventajas de Quant sean todavía más evidentes. Esperamos que ahora tengas una idea más clara de qué es Quant y por qué lo hemos elegido como nuestro enfoque de inversión.