Los refugios seguros, como se puede deducir fácilmente por su propio nombre, representan una especie de puerto seguro en el que resguardarse para enfrentarse lo mejor posible a las turbulencias, tanto las de carácter financiero como económico o político.
La principal ventaja de los safe haven es poseer un valor real que no solo tiende a durar en el tiempo, sino incluso a incrementar en momentos especiales, cuando la creciente demanda del mercado tiene como efecto el aumento del precio de los mismos.
Por el contrario, es conveniente indicar que cuando el contexto es positivo y la situación se mantiene estable, los safe haven suelen ofrecer rendimientos muy bajos, llegando a ser, en algunos casos, negativos.