En la antigüedad no existía la deuda pública, sino que es un concepto moderno, y para hacer frente a exigencias extraordinarias se solían acumular metales preciosos.
Según algunos estudiosos, los primeros ejemplos se remontan a la mitad del siglo XII, con especial referencia a los préstamos forzosos impuestos por algunas comunas medievales italianas.
De forma embrionaria, la deuda pública empieza a vislumbrarse con el nacimiento de las monarquías absolutas durante el siglo XVI, para ir definiéndose posteriormente a lo largo del siglo XIX hasta llegar a un concepto similar al que tenemos hoy.
15 de diciembre de 2023
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Toda sociedad necesita liquidez para funcionar y desempeñar sus actividades, pero cuando los recursos financieros a su disposición no son suficientes, se suele recurrir a la deuda.
Lo mismo le ocurre a un Estado que deba afrontar el gasto público y que no siempre tiene disponible el dinero necesario para financiarlo.
Al igual que las empresas privadas, el Estado puede pedir prestado el dinero que necesita, contrayendo así una deuda, que en este caso recibe el nombre de deuda pública.
Para entender mejor el tema que trataremos en esta guía, comenzaremos precisamente por la definición de deuda pública, explicando que se trata de la deuda total de un Estado frente a otros sujetos, tanto públicos como privados.
En términos técnicos, la deuda pública es el importe total de la deuda contraída por un Estado para satisfacer sus necesidades financieras, y es igual al valor nominal de todos los pasivos brutos consolidados de las administraciones públicas, desde las autoridades centrales a las entidades locales.
Para explicar qué es la deuda pública en palabras sencillas, podemos decir que se trata de la cantidad de dinero en préstamo, con el fin de garantizar el funcionamiento de la máquina estatal.
Ahora que hemos visto qué es la deuda pública, podemos entender mejor cómo y por qué las situaciones de endeudamiento de los distintos países adquieren una relevancia considerable, dado que influyen en su economía.
Muchas teorías científicas alegan que existe una correlación negativa entre deuda pública y crecimiento económico: al aumento de la primera le corresponde una ralentización del segundo y viceversa. Esta relación preocupa cuando la relación deuda/PIB supera el 90%.
Asimismo, la correlación negativa entre deuda pública y crecimiento económico no implica necesariamente un nexo de causalidad, hasta el punto de que esta última podría llegar a ser invertida.
Una deuda alta puede provocar un crecimiento bajo, pero puede producirse también lo contrario: una deuda pública alta puede ser generada precisamente por una economía estancada. Una causa del fenómeno podría ser la reducción de los ingresos fiscales por el mismo gasto.
La deuda pública incluye riesgos y oportunidades. Depende mucho de la relación deuda/PIB: si es baja, el riesgo de insolvencia es menor para el país en cuestión y viceversa.
En presencia de una deuda pública elevada, es más difícil financiarse, lo que limita las inversiones y el gasto de un Estado, con consecuencias negativas sobre la economía, lo que también se produciría en caso de medidas restrictivas como el incremento de los impuestos y los recortes en el gasto público.
La deuda pública puede ser una oportunidad cuando sirve para favorecer el desarrollo y, por ende, el crecimiento de un país, pero también para garantizar servicios a los ciudadanos.
Antes de ver cómo funciona, es conveniente explicar la diferencia entre deuda pública y déficit, dos términos que a menudo se utilizan de manera equivocada como si fueran sinónimos.
La deuda pública es el endeudamiento público, es decir, la posición deudora que un Estado tiene respecto a sus acreedores.
Por el contrario, el déficit público indica la diferencia negativa entre los ingresos y los gastos y se produce cuando el gasto público es superior a los ingresos tributarios.
La deuda pública de un Estado puede financiarse de varios modos, pero el instrumento más usado es la emisión de bonos.
Básicamente, se emiten bonos del Estado con diferentes vencimientos: corto, medio o largo plazo.
En España, por ejemplo, en el primer tipo encontramos los bonos a tres y cinco años, mientras que en el segundo y tercero aparecen las obligaciones que son a diez, quince, treinta y cincuenta años.
Con referencia a otros países, podemos recordar los Bund en Alemania y los Treasury en Estados Unidos, solo por citar algunos.
Estos bonos pueden ser suscritos por público minorista, es decir, por pequeños ahorradores, pero también, y sobre todo, por inversores profesionales y por las grandes entidades financieras privadas (por ejemplo, los bancos) y públicas (como el Banco de España y el BCE).
A quienes invierten en la deuda de un Estado se les reconoce una doble ventaja: obtener la devolución del capital pagado al llegar el vencimiento y una remuneración adicional durante la vida del bono.
Esta última corresponde a los intereses sobre la deuda pública, es decir, al coste que un Estado debe soportar para obtener prestado el dinero de sus acreedores.
La partida relativa a los intereses, que varía según distintos factores, adquiere una importancia significativa, dado que es una de las que se incluyen en los gastos de un Estado.
Por lo tanto, es fundamental que un país tenga bajo control su deuda pública y los gastos correspondientes a los intereses.
En España es el Tesoro Público quien emite y gestiona la deuda pública soberana.
También en otros países es el Ministerio de Finanzas – llamado Departamento del Tesoro en EE.UU. – quien desempeña esta función.
La deuda pública mundial varía mucho de un país a otro, dependiendo sobre todo de la historia de cada uno de ellos, pero todos deben lidiar con su propia deuda. Todos menos Macao, el único país del mundo que no debe soportar esta carga.
¿Pero cuáles son los países con la deuda pública más alta del mundo? Estos son los cinco primeros de la clasificación:
Si hablamos de deuda pública en el mundo, quien ostenta el récord es Japón, que, en base a los datos actualizados por el Fondo Monetario Internacional al mes de abril de 2023 y referidos a finales de 2021, tiene una relación deuda/PIB del 258,2%.
La deuda pública japonesa es fruto de una serie de políticas aplicadas a partir de los años 90 en presencia de un escenario de crecimiento lento/deflación.El segundo puesto de la clasificación lo ocupa Grecia, con una relación deuda/PIB del 166%.
La deuda pública de Grecia hizo temblar a Europa a finales de la primera década de este siglo, cuando con la crisis de 2008-2009 se hizo patente la situación real del país.
Los motivos que provocaron la enorme deuda pública griega son variados, desde la crisis económica hasta las cuentas falseadas por el Estado para poder entrar en el euro, sólo por citar las principales.Entre los países más endeudados del mundo, el tercero en la clasificación es Sudán, con una deuda del 151,1% del PIB.
El país africano está pagando el precio de las enormes dificultades de crecimiento económico, lastradas por una serie infinita de conflictos que desgarran Sudán desde hace décadas.En la lista de los 5 primeros países del mundo con la mayor deuda estatal encontramos en el cuarto puesto a Eritrea, que tiene una relación deuda/PIB del 146,3%.
Este país africano presenta una economía colapsada, con reformas estructurales casi inexistentes y ausencia de inversiones.Cerrando la lista de los 5 primeros países más endeudados del mundo nos encontramos con Italia, con una relación deuda/PIB del 140,3%. Pero, entonces ¿a cuánto asciende la deuda pública italiana? Con los datos en la mano, descubrimos que, a septiembre de 2023, ascendió a 2.844,2 millones de euros.
El primer aumento se produjo en los últimos años del siglo XIX, al que siguieron otros dos más durante las dos guerras mundiales.
En los años setenta la deuda pública de Italia sufre otro duro golpe, a causa de la crisis petrolífera de 1973, hasta llegar a la crisis más reciente de 2007-2008.
Más de la mitad de la deuda pública del país está en manos del Banco de Italia y de los bancos italianos, mientras que la parte restante está dividida entre entidades financieras nacionales e inversores extranjeros.
Como acabamos de ver, entre los 5 países más endeudados del mundo, dos se encuentran en Europa, donde, tras Grecia e Italia, aparecen otras naciones con una situación no más halagüeña, como son España, Francia y Bélgica.
Eurostat constató que a finales del primer trimestre de 2023, España tenía una relación deuda/PIB del 112,8%.
En junio de 2023 la deuda pública española ascendía a 1.568 millones de euros, en aumento respecto al año anterior, a causa de los gastos ocasionados por de la crisis energética, derivada de la guerra entre Rusia y Ucrania, y a algunas medidas adoptadas por el Gobierno.
Similar es la situación en Francia, con una relación deuda/PIB del 112,4% y una deuda pública de más de 3.013 millones de euros a finales de los tres primeros meses de este año.
La deuda pública de Francia ahonda sus raíces en siglos pasados, aumentando por distintos motivos durante la monarquía casi milenaria que gobernó el país.
Se destinaban muchos recursos para mantener al ejército, a lo que se añadía una tributación desequilibrada, con exenciones fiscales para algunas regiones o categorías sociales.
Tras Francia nos encontramos con Bélgica, con una relación deuda/PIB del 107,4%. En los últimos años, la situación deudora del país ha empeorado, a causa de las ayudas que se prestaron durante la pandemia, a las que siguieron desde el año pasado las intervenciones extraordinarias en favor de familias y empresas para contrarrestar el coste de la energía.
Para saber quién tiene la deuda pública más alta de Europa y ver datos siempre actualizados, ¡los gráficos Eurostat son lo ideal! Para tener una idea de las dimensiones de la deuda pública de los países europeos en millones, basta saber que, a finales de 2022, la Eurozona tenía una deuda pública de 2.757,55 millones. Una cifra que, por otra parte, no tiene en cuenta los pasivos debidos a las ayudas financieras concedidas a los miembros de la Unión
¿Y Estados Unidos? Aunque no tiene una relación deuda/PIB entre las más altas del mundo, la deuda pública de EE. UU. es proporcional a la relevancia de su economía. Estamos hablando de un número difícil incluso de imaginar - 33,75 mil millones, es decir 33.750 millones de dólares.
La deuda pública:
Es el dinero tomado en forma de préstamo por un Estado para satisfacer sus necesidades financieras
Se financia principalmente mediante la emisión de bonos
Puede ser un riesgo, pero también una oportunidad
Es bueno saber
Macao es el único país del mundo que no tiene deuda pública.