7 de junio de 2024

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Inversión y seguro de vida

Diez cosas sobre las finanzas que quizás no sabías
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  • Los hechos más curiosos sobre las finanzas 

  • Falsos mitos imperecederos

En el amplio mundo de las finanzas, lleno de números, gráficos y complejos análisis, frecuentemente nos encontramos con creencias y mitos que influyen en las decisiones financieras de numerosos inversores.

Estos principios, todavía sin desmentir, pueden influir de modo negativo en las decisiones de los inversores y de los profesionales del sector. 

Por todo ello, a lo largo de este artículo examinaremos en profundidad los mitos y las creencias comunes que impregnan el mundo financiero y exploraremos los hechos financieros más extraños, con el objetivo de cuestionar las ideas consolidadas para tener una visión más clara e informada de las decisiones de inversión.

¿Estás preparado para descubrirlas? Te presentamos los 5 hechos más curiosos sobre las finanzas y los 5 mitos imperecederos del panorama financiero que quizás no conocías.

Los hechos más curiosos sobre las finanzas

Las terminologías "bull market" y "bear market" derivan del comportamiento de los animales. Un mercado en alza recibe el nombre de "bull market" (mercado del toro), mientras que un mercado en caída se denomina "bear market" (mercado del oso).

Estos términos sirven para que los inversores y los analistas puedan describir y comprender el ambiente existente en el mercado, aunque es importante destacar que no existen reglas fijas para determinar cuándo empieza o termina un bull o un bear market. Los ciclos de mercado pueden verse influidos por una serie de factores económicos, políticos y globales.

En efecto, así es. Los tipos de interés pasan a ser negativos cuando las entidades financieras, los bancos centrales por ejemplo, establecen que el coste del dinero es inferior a cero. Hablando de forma más clara, quien deposita dinero en un banco podría recibir menos dinero del que ha depositado, en lugar de obtener intereses positivos.

Esto puede producirse en periodos de políticas monetarias acomodaticias adoptadas por los bancos centrales para estimular la economía. De hecho, cuando existe la necesidad de fomentar el gasto y las inversiones, los bancos centrales pueden reducir los tipos de interés y en algunos casos llevarlos a zona negativa. 

El objetivo también es incentivar a las entidades financieras a prestar dinero en lugar de a retenerlo, fomentando así el gasto y la inversión.

Ejemplos concretos son los del Banco Central Europeo (BCE), que en 2014 introdujo tipos de interés negativos sobre los depósitos de los bancos para estimular la actividad económica y combatir la baja inflación. Otro ejemplo sería también el del Banco Nacional Suizo, que en 2015 decidió imponer tipos negativos para disuadir a los inversores de comprar demasiados francos suizos, considerados un refugio seguro en periodos de incertidumbre global. 

Los tipos de interés negativos pueden tener implicaciones complejas y plantear interrogantes sobre la eficacia de las políticas monetarias y sus efectos sobre los ahorradores, el sistema bancario y la economía en su conjunto.

El bitcoin, la criptomoneda más conocida, fue creado de modo anónimo en 2008 por una persona o un grupo de personas bajo el pseudónimo de “Satoshi Nakamoto”. Parece que la razón principal que está detrás de esta creación anónima sea la voluntad de preservar la descentralización y la autonomía de la criptomoneda, tanto para crear una moneda digital que no fuese controlada por una autoridad central (como un banco central o un gobierno) como para evitar posibles presiones reguladoras o legales relacionadas con la creación de una nueva forma de moneda.

Es importante señalar que, a pesar del anonimato de Nakamoto, el protocolo bitcoin es de código abierto y su comunidad está compuesta por numerosos desarrolladores, operadores de nodos y entusiastas que colaboran abiertamente en su mejora y su seguridad.

En 2010, el mercado de valores estadounidense sufrió un "flash crash" en el que el índice Dow Jones perdió en torno al 9% de su valor en pocos minutos. 

Este hecho imprevisto es muy significativo porque causó una rápida e importante disminución de los precios de las acciones sin un motivo aparente, seguida de una recuperación igual de rápida. 

La causa principal del Flash Crash se debió a los algoritmos de trading de alta frecuencia (HFT) y, al mismo tiempo, a la escasa liquidez.

Quizá no todo el mundo lo sepa, pero más del 70% de las negociaciones en las principales Bolsas se produce mediante algoritmos de trading de alta frecuencia, que pueden realizar miles de transacciones por segundo.

El evento Flash Crash generó una mayor atención sobre los riesgos asociados a los algoritmos de trading de alta frecuencia y a cambios en las reglas y los controles del mercado por parte de los órganos reguladores para prevenir en el futuro incidentes de este tipo.

La acción más cara del mundo fue la de Berkshire Hathaway Inc., la compañía dirigida por Warren Buffett

El precio de una sola acción de Clase A de Berkshire Hathaway llegó a alcanzar varios cientos de miles de dólares (actualmente es de 615.000 euros). Este precio tan elevado se debe al hecho de que las acciones de Clase A no han sido divididas (split) a lo largo de los años, lo que significa que cada acción ha representado una participación significativa en la compañía.

Para que el acceso a las acciones de Berkshire Hathaway fuese más accesible a los inversores, la compañía emitió también acciones de Clase B, que representan una fracción de una acción de Clase A, las cuales tienen naturalmente un precio notablemente inferior a los de la Clase A.

Es bueno saber 

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Falsos mitos imperecederos
El mercado es siempre racional

Un mito común es que el mercado actúa siempre de modo racional. 

En realidad, las emociones humanas a menudo provocan comportamientos irracionales y desempeñan un papel más que notable en los movimientos de los precios.

Las finanzas conductuales estudian precisamente las emociones en el trading para comprender cómo influyen en las decisiones.

De hecho, el miedo y la codicia provocan decisiones impulsivas e irracionales: el miedo puede llevar a los inversores a vender precipitadamente en respuesta a las pérdidas (incluso cuando sería más prudente esperar), mientras que la codicia puede animar a asumir riesgos excesivos para obtener ganancias rápidas.

Por lo tanto, las emociones influyen en la percepción del riesgo y pueden provocar comportamientos definidos como “de rebaño”, donde los inversores siguen las tendencias del mercado en vez de tomar decisiones basadas en análisis racionales.

Invertir es “cosa de ricos”

Muchos creen que invertir está reservado a las clases pudientes, pero en realidad existen muchas opciones de inversión accesibles a una amplia gama de personas y con distintos niveles de ingresos. 

Por ejemplo, algunos fondos mutuos de inversión permiten empezar con cantidades modestas, lo que hace que las inversiones sean accesibles incluso para quienes disponen de un capital limitado.

Las plataformas de inversión online han democratizado el acceso a los instrumentos financieros. Muchos brokers online ofrecen comisiones reducidas y permiten empezar con pequeñas sumas de dinero.

Los programas de ahorro e inversión automático, como los planes de acumulación de acciones o los robo-advisor, permiten a los inversores contribuir de forma regular con importes modestos y crear una cartera diversificada en el tiempo.

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Más información, mejores resultados

Existe la convicción de que cuántos más datos se manejen mejores decisiones se tomarán.

Esta afirmación puede inducir a error, dado que el exceso de información suele llevar a una sobrecarga de decisiones o a decisiones irracionales.

Además, el análisis de una gran cantidad de datos puede llegar a ser complejo y requerir recursos considerables. A menudo, manejar más datos puede generar múltiples interpretaciones, complicando el proceso de toma de decisiones y aumentando el riesgo de adoptar decisiones incorrectas.

El pasado anticipa el futuro

Otro mito común en finanzas es el de considerar que la rentabilidad pasada de una inversión predice su futura evolución. 

Las inversiones se ven influidas por múltiples variables y pueden estar sujetas a cambios imprevistos, por lo que esta creencia no es muy coherente.

La gama de variables, incluidos los cambios en los fundamentos económicos y en los rendimientos empresariales, las condiciones económicas globales, las políticas monetarias, o incluso los acontecimientos geopolíticos, entre otros factores, está en continua evolución y hacen difícil prever cómo evolucionarán en el futuro. 

Además, como ya hemos dicho anteriormente, los inversores actúan de modo irracional, influidos por emociones como el miedo o la euforia, y estos comportamientos provocan movimientos de precio que a veces no tienen relación con rentabilidades pasadas.

Cuanto más riesgo, más ganancia

La percepción común existente entre los inversores de que asumir más riesgo conducirá automáticamente a una mayor rentabilidad no siempre es cierta porque el riesgo está relacionado con la posibilidad de pérdida.

Las inversiones de alto riesgo, por lo general, están sujetas a mayores fluctuaciones de precio y pueden provocar la pérdida del capital invertido. 

También hay que considerar que cada inversor tiene su propia situación financiera y sus propios objetivos marcados, por lo que la adecuación del riesgo varía de persona a persona, motivo por el cual no existe una fórmula universal "más riesgo = más beneficio".

En definitiva, la relación entre riesgo y rendimiento no es lineal y depende de una serie de factores. La diversificación y el equilibrio entre riesgo y rendimiento son fundamentales para crear carteras que satisfagan las exigencias de cada inversor.

En resumen
  • Las emociones influyen en las decisiones financieras. 

  • Analizar una gran cantidad de datos no siempre es útil para atenuar el riesgo. 

  • Invertir arriesgando más no trae necesariamente mayores beneficios.

  • Es fundamental diversificar la cartera según nuestros objetivos financieros.