Es posible que, al empezar a invertir, te hayas encontrado con el término «fondo». Hay muchos tipos diferentes y entender su utilidad puede resultar un poco confuso. Por eso, vamos a echar un vistazo a qué es exactamente un fondo y cómo puede serte útil.

Básicamente, un fondo es una reserva de dinero, que puede crearse con cualquier finalidad, ya sea para una universidad, una organización benéfica o un equipo deportivo. Pero para nuestros objetivos, nos interesa un fondo -una reserva de dinero- que se establezca para invertir; en otras palabras, para ver cómo ese fondo de dinero crece. Este tipo de fondo se conoce como «fondo de inversión» y está gestionado por profesionales para asegurar que el dinero que contiene aumenta conforme a sus objetivos. Por lo tanto, la idea es reunir el dinero de varios inversores bajo un mismo paraguas y hacer que un gestor lo invierta en su nombre.

Los fondos de inversión tienen muchas formas y tamaños diferentes. Por ejemplo, hay fondos que solo invierten en acciones americanas o solo en acciones alemanas, mientras que también hay fondos que tienen un mandato «global», es decir, que su objetivo es invertir a nivel mundial, incluso en lugares tan remotos como China. Los fondos tampoco se limitan a las acciones: también hay muchos fondos que invierten en bonos y de muchas maneras diferentes. Podrían invertir en bonos gubernamentales «seguros» o en áreas con más riesgo del mercado de bonos, como los mercados emergentes o un área llamada «alto rendimiento», que es donde se encuentra la deuda de empresas con una mala calificación crediticia, pero que, a cambio, pagan un interés atractivo. Un fondo también podría combinar todos estos activos en uno solo, al que se suele denominar fondo «mixto». La cuestión es que, a través de los fondos, tienes a tu disposición casi todo el universo de inversión.

En pocas palabras, si tu eres un inversor relativamente pequeño, los fondos te ofrecen la oportunidad de diversificar muy fácilmente sin tener que comprar tu mismo todos los activos. Además, te ofrecen la oportunidad de que tus fondos se gestionen de manera profesional, algo que resulta necesario si no se cuenta ni con el tiempo ni las ganas de encontrar las inversiones adecuadas para uno mismo.

En resumen, los fondos son reservas de dinero, en los que muchos inversores se agrupan y utilizan a un gestor para seleccionar la cartera que mejor se adapte a su objetivo de inversión. Especialmente para el pequeño inversor, ofrecen una base muy útil para su cartera.