En primer lugar, echemos un vistazo a las definiciones. ¿Qué entendemos por activa y pasiva en este contexto?
30 de noviembre de 2021
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Inversión y seguro de vida
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El sector de las finanzas es diverso y variado, y ahí radica su fuerza y complejidad. Con los consejos de buenos asesores, puedes elegir activos e inversiones unit-linked que se ajusten a tu perfil inversor y a tus expectativas.
A la hora de elegir un fondo de inversión, es imprescindible saber si optas por un fondo de gestión activa o pasiva, pues esto puede tener un impacto significativo en la rentabilidad y los gastos.
Ahora bien, ¿cuál es la diferencia entre inversión activa y pasiva? Veamos los distintos aspectos técnicos.
La inversión activa implica la presencia de gestores de inversión que eligen activamente los valores que componen el fondo. Por ejemplo, analistas/economistas/gestores de carteras que analizan la economía, estudian los balances de las empresas, se reúnen con sus directivos, etc. Y, basándose en estos detalles técnicos, eligen en qué activos invertir. De este modo, analizan lo que consideran que son las mejores inversiones.
Los inversores activos están en constante interacción con su cartera. Calculan y tienen en cuenta los datos pasados para intentar deducir datos futuros. Tanto si eres tú, si tienes suficientes conocimientos sobre inversión, como si contratas a un experto, la gestión activa implica tomar decisiones casi a diario.
Con el objetivo de superar la rentabilidad media del mercado de valores. Tú (o el experto) eliges invertir en determinados activos para rentabilizar al máximo tu inversión. Por eso necesitas saber cómo se mueve la renta variable, renta fija o cualquier otro vehículo de inversión.
Esto te proporciona una visión y opinión sobre el mejor momento para comprar y vender.
Los fondos de Inversión Colectiva de gestión activa o los Fondos Negociados en Bolsa (ETFs) de gestión activa son ejemplos perfectos.
La inversión pasiva es totalmente distinta. Un inversor pasivo en el mercado bursátil es aquel que por norma general no hará ningún cambio, independientemente de las fluctuaciones de las cotizaciones.
En este caso, no hay un ejército de analistas buscando las mejores inversiones, y nadie las gestiona activamente. De hecho, el proceso de inversión es mucho más sencillo: se trata de replicar un índice, lo que significa que no se requiere ningún análisis.
En la práctica, sólo se necesitan 2 o 3 gestores, cuya única función consiste en copiar de la mejor manera, un índice como el Dax o el SP 500.
Por ejemplo:
El índice SP 500 incluye 500 valores clasificados según su tamaño que se define como el valor total de mercado. El papel del gestor pasivo consiste entonces en comprar esas 500 acciones en la misma proporción que el índice, y reproducir su rentabilidad. Sin necesidad de recurrir a gráficos sofisticados o reuniones con la dirección de la empresa, basta con replicar el índice.
Ahora que sabes más sobre la definición de los fondos de gestión activa y pasiva, llega la pregunta más importante: ¿cuál de estos métodos es mejor? Pues, como siempre dicen los economistas, ¡depende!
Como categoría especial, la gestión activa tiene sus propias ventajas e inconvenientes.
Invertir en un activo y gestionarlo día a día implica la posibilidad de superar la rentabilidad del mercado. Es una gran oportunidad que seduce a muchos inversores.
Además, la gestión activa ofrece cierta flexibilidad. Los gestores activos no están obligados a seguir un índice concreto, pueden invertir en las acciones que deseen. Por otra parte, tienen la posibilidad de no invertir en los mismos sectores: diversificando sus activos para maximizar sus posibilidades de rentabilidad.No obstante, la gestión dinámica de un activo tangible también tiene sus inconvenientes. El primero es que la gestión activa suele implicar mayores gastos. Y requiere mucha más experiencia y análisis que la gestión pasiva. Hay que tener en cuenta estos gastos a la hora de calcular la rentabilidad de tu inversión.
También se piensa que la inversión activa implica un mayor riesgo. De hecho, si no se eligen los activos adecuados, podrías sufrir pérdidas. No obstante, conviene resaltar que algunas inversiones pasivas pueden resultar más arriesgadas que las inversiones activas.
Por todo ello, en Forward You, nuestros clientes han tomado la decisión lógica de confiar en un algoritmo inteligente gracias a nuestro producto Forward Quant, que utiliza el análisis cuantitativo. El algoritmo analiza el estado actual del mercado, el perfil del inversor y los datos pasados con el fin de llegar a decisiones correctas a largo plazo. Y en función de este razonamiento experto, se eligen los activos.
Comprar activos financieros sin intervenir en su gestión también tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
La mayor ventaja de la inversión pasiva es que cuesta mucho menos. No tienes que pagar por un equipo de analistas ni dedicar tiempo a tu cartera de activos: los fondos pasivos son copias del índice que utilizan como referencia.
Los activos de un fondo indexado son siempre perfectamente identificables por lo que, echando un vistazo, se pueden identificar cuáles son.Los fondos de inversión pasiva se limitan a un índice específico o a un conjunto predeterminado de inversiones. La variación es mínima, por no decir imposible. Y, como los fondos pasivos se limitan a copiar el índice y además cobran comisiones, por definición, la rentabilidad que consiguen los inversores siempre será inferior a la del índice: ¡pueden estar seguros de que nunca superarán el mercado en su conjunto!
Tendrás que conformarte con rentabilidades inferiores, incluso en períodos de fuertes fluctuaciones de las cotizaciones.
Hay una gran diferencia entre gestión activa y pasiva. Si eliges la opción de maximizar tu inversión con una gestión activa, debes prestar atención a otro elemento.
Muchos inversores se auto-califican como expertos, cuando es absolutamente incierto. Las apariencias engañan y no convierten a nadie en un gurú de la inversión. Este es uno de los 6 errores que debes evitar cuando inviertes tu dinero.
De hecho, la práctica más popular es la llamada closet indexing: Se trata de un método de inversión pasiva indexada por la cual fingen adoptar un método activo, pero en realidad utilizan el método pasivo, que consiste en comprar los valores estrella del índice. En definitiva, cobran gastos de gestión muy elevados cuando en realidad al ser una gestión indexada, la gestión es pasiva.
Sin embargo, hay gestores activos que tienen las competencias necesarias para superar el mercado y, como resultado, conseguir una rentabilidad mayor que las inversiones indexadas. Este es el caso, por ejemplo, de Forward You.
Hemos optado por una gestión activa de las inversiones para ofrecer a nuestros clientes las mejores oportunidades. Pero, en lugar de asumir el riesgo de someter estas decisiones racionales al juicio humano, ofrecemos con Forward Quant una gestión algorítmica, basada únicamente en hechos y datos.
Esta gestión basada en algoritmos ofrece muchas ventajas. Te beneficias de una cartera de activos muy amplia, en todos los sectores y a escala global. Pero, sobre todo, tu inversión se ajusta en función de la evolución del mercado y de tu perfil de inversor, para ofrecerte las mejores oportunidades en términos de rentabilidad. Cada dos semanas, llevamos a cabo una renovación automática y completa de la cartera, basándonos en datos y estadísticas concretas.
Las mejores oportunidades de rentabilidad y una reflexión algorítmica inquebrantable: confiar en FWU significa tomar la decisión más lógica.