Para tener éxito, cualquier inversión financiera debe planificarse y realizarse según unas reglas muy concretas, cuya definición contribuye a aumentar las posibilidades de alcanzar un resultado positivo.
Partiendo de la identificación de nuestros objetivos, daremos con la definición del perfil financiero, en base al cual diseñar una estrategia de inversión. Uno de los factores clave para identificarla es sin duda alguna el horizonte temporal, es decir, el periodo de tiempo en el que se está dispuesto a redirigir nuestros recursos financieros para destinarlos a la inversión.
Por lo general, se habla de horizonte temporal de corto, medio o largo plazo, según sea su duración. Las inversiones a corto plazo convencionalmente son las que duran de 1 a 3 años, mientras que las inversiones a medio plazo se refieren a un horizonte temporal de 3 a 5 años. Sigue leyendo para averiguar todo lo que necesitas saber sobre la inversión a largo plazo, e incluso te revelaremos las 7 mejores inversiones a largo plazo para hacer crecer tu dinero.
Qué es la estrategia de inversión a largo plazo
Por el contrario, para hacer una inversión a largo plazo deberemos planificar nuestros ahorros para un periodo de tiempo bastante largo, pues tienen una duración superior a 5 años.
Podemos afirmar que una estrategia de inversión a largo plazo es el conjunto de reglas, comportamientos y procesos a seguir en la selección de una cartera de inversión para un horizonte temporal bastante amplio, cuya finalidad es, precisamente, alcanzar objetivos a largo plazo.
De la definición de las inversiones a largo plazo, pasamos ahora al núcleo de nuestra exposición, tratando de responder a algunas preguntas para saber cómo invertir a largo plazo.
Cómo funciona una estrategia de inversión a largo plazo
Una estrategia de inversión a largo plazo, al igual que otras con horizontes temporales diferentes, deberá diseñarse siempre a medida, es decir, que deberá tener en cuenta necesariamente el perfil del inversor, a partir de su situación financiera.
En este tipo de inversiones, la estrategia que se suele recomendar es del tipo buy and hold, que literalmente significa comprar y mantener.
Por lo tanto, el consejo sería adquirir determinados activos y mantenerlos en cartera el mayor tiempo posible, para poder gozar de las ventajas derivadas de las fluctuaciones del mercado.
No obstante, la estrategia buy and hold es idónea para quienes ya disponen de las cantidades de dinero para destinar a la inversión, mientras que quienes parten de cero encontrarán dificultades para recurrir a ella, ya que en tal caso se podrá activar un plan de acumulación periódica de capital.
De hecho, este plan presenta muchas ventajas como solventar el problema del momento correcto para la entrada en el mercado.
Gracias a estos planes se puede elaborar un plan de las inversiones a largo plazo partiendo también de pequeñas cantidades y reduciendo los riesgos.
Un plan de aportaciones periódicas suele ser más ventajoso que la estrategia buy and hold, ya que logra aprovechar mejor la volatilidad del mercado, optimizando la relación riesgo-rentabilidad.
En cualquier caso, hay que tener bien presente que una estrategia de inversión a largo plazo debe tener un enfoque estratégico más que táctico, ya que éste último se adapta mejor a un horizonte temporal a corto plazo.
Por otra parte, en una estrategia de inversión a largo plazo es necesario mantener la calma incluso en los periodos más difíciles, permaneciendo anclados en una perspectiva a largo plazo.
Así pues, la estrategia de inversión deberá ser un faro del que nunca habrá que alejarse, sabiendo siempre que una de las reglas de oro en las inversiones a largo plazo es un control periódico de la cartera.
En otras palabras, es mejor mantener la inversión incluso cuando los demás venden y tener nervios de acero para saber sortear las fluctuaciones más o menos pronunciadas de los mercados.
De vez en cuando podría ser necesario efectuar labores de mantenimiento como, por ejemplo, el reequilibrado de la cartera, con el fin de asegurarse de que la asignación de activos siga siendo acorde con los objetivos fijados.
Ejemplos de inversión a largo plazo:
Hablando de asignación de activos, espontáneamente surge una pregunta que es muy importante:¿dónde invertir a largo plazo?
Una vez entendido qué es y cómo funciona una estrategia de inversión a largo plazo, el paso siguiente será la identificación de los instrumentos financieros necesarios.
A continuación, indicamos cuáles son las mejores inversiones a largo plazo, perfectamente conscientes de que se trata de una lista poco exhaustiva, y recordando que las decisiones deberán tomarse según las exigencias y las características del inversor y que las inversiones a largo plazo seguras no existen. Si se mira bien, ninguna inversión, del tipo que sea, puede serlo. Dicho esto, veamos en qué invertir a largo plazo (solo las mejores opciones disponibles).
1. Acciones
Son muchos los que consideran que las acciones son la mejor inversión a largo plazo, dado que en el tiempo han ofrecido resultados muy satisfactorios.
Tener títulos accionarios en cartera por poco tiempo puede ser arriesgado, pudiendo generar pérdidas más o menos significativas.
Por el contrario, a largo plazo, con las acciones se optimiza el riesgo y se neutraliza de algún modo la volatilidad.
Pero, ¿en qué acciones debemos invertir para el largo plazo?
No todos los títulos son iguales y es fundamental seleccionar los idóneos: entre las acciones a comprar con objetivo en el largo plazo encontramos acciones enfocadas en calor, en calidad y con indicadores económicos sólidos; y las que pagan dividendos a lo largo de los años.
2. Bonos
Hablando de inversiones a medio-largo plazo no podemos dejar de mencionar los bonos más compatibles con quienes prefieren arriesgar menos.
Gracias a los bonos, tanto los del Estado como los societarios, se puede proteger el capital contra la inflación y la devaluación, aunque con rentabilidades generalmente inferiores a los de las acciones.
3. Fondos comunes y ETF
Entre las mejores inversiones a largo plazo encontramos también los fondos comunes y los ETF que permiten diversificar mediante la selección de varios activos y diferentes modalidades de ingreso, es decir, en una única solución o con un plan de acumulación.
4. Seguro de vida
Los inversores a largo plazo encontrarán en el seguro de vida una herramienta inmejorable no solo para ahorrar, sino también para invertir.
Y el caso especial de los seguros unit linked que, entre otras ventajas, permiten captar mejor las tendencias de los mercados a largo plazo. Estos últimos combinan una fórmula renta fija a largo plazo y renta variable, cuanto más largo sea nuestro horizonte temporal más alta deberá ser la asignación en renta variable.
5. Oro
Probablemente el oro no sea el activo ideal por el que optar para generar crecimiento en el tiempo, pero es indudable que es capaz de proteger su valor.
Este instrumento debe incluirse en la cartera no solo para proteger el capital, sino también con vistas a la diversificación en una inversión a largo plazo.
6. Criptomonedas
Al igual que con las acciones, con las inversiones a largo plazo en criptomonedas se pueden obtener muchas satisfacciones: el alto riesgo y la elevada volatilidad de este activo pueden controlarse con un posicionamiento a largo plazo.
7. Inmuebles
Saliéndose del ámbito estrictamente financiero, entre las mejores inversiones a largo plazo encontramos las inmobiliarias, que también son muy rentables en el tiempo, si bien suelen exigir un alto capital inicial.
Por qué la inversión a largo plazo es una opción acertada
Después de esta panorámica de las mejores inversiones a largo plazo, vamos a ver por qué es conveniente invertir a largo plazo.
Son muy numerosas las ventajas ofrecidas por una estrategia de este tipo, que presenta aspectos positivos en tantos frentes: económico, fiscal, psicológico y muchos más.
Las inversiones a largo plazo son una opción atractiva porque:
Permiten obtener rentabilidades más altas respecto a una inversión a corto plazo - una buena indicación para elaborar una clasificación de las inversiones más rentables, potencialmente;
Se pueden obtener las ventajas del interés compuesto para sacar el máximo rendimiento a largo plazo, gracias también a su reinversión en el tiempo;
Ofrecen la posibilidad de empezar con pequeñas cantidades, por lo que son idóneas para quienes no tienen un capital inicial. En un espacio de tiempo más amplio se pueden alcanzar magníficos resultados incluso con inversiones modestas;
Permiten tener un perfil de riesgo más alto, gracias al factor tiempo, con el que se pueden reducir las pérdidas;
Se puede crear una cartera con una mejor diversificación gracias a la cual aprovechar mejor las oportunidades del mercado y mitigar los riesgos de la inversión;
Se afronta mejor la volatilidad de los mercados, teniendo bajo control la ansiedad generada por las oscilaciones del corto plazo.
De este modo podremos gestionar nuestra cartera con menos estrés y con menor presión, ya que no será necesario buscar con tanta frecuencia las inversiones que nos interesan, ni tomar decisiones repetidas en el tiempo, salvo la de mantener la inversión. Se evitan los costes de las comisiones a las que habría que hacer frente con mayor frecuencia en caso de fluctuaciones a corto plazo.
En resumen
Una estrategia de inversión financiera a largo plazo:
Debe planificarse siempre a medida
Prevé el uso de distintos instrumentos financieros, para gestionar nuestro patrimonio
Ofrece numerosas ventajas en el tiempo
Es bueno saber
Para invertir a largo plazo no es necesario disponer de capital. Incluso se puede partir de cero y ampliar la cartera con el tiempo.