Los mercados desempeñan un papel crucial a la hora de promover el crecimiento económico. Trazar el itinerario desde Wall Street a Main Street quiere decir comprender la relación entre las bolsas de valores y la economía real. 

En este artículo descubrirás qué es la bolsa y cómo funciona una bolsa de valores, analizarás la evolución y los tipos de mercados, aprenderás a invertir en los mercados y descubrirás quién trabaja en estos centros financieros.

Por definición, la bolsa de valores es la institución que permite y facilita el proceso de compraventa de acciones, ofreciendo un lugar estructurado y regulado para los inversores, quienes pueden comprar y vender acciones de modo transparente y según normas establecidas por órganos de control financiero.

Las transacciones se realizan según la oferta y la demanda, determinando los precios de mercado de los títulos, que reflejan la percepción de los inversores en la salud financiera y las perspectivas de futuro de la empresa.

Wall Street, símbolo de la finanza y de los mercados de valores, y Main Street, que encarna la realidad diaria de las empresas locales y de los ciudadanos, representan dos facetas interconectadas de nuestra economía, precisamente porque las fluctuaciones financieras influyen directamente en nuestra vida diaria, mostrando la interdependencia entre el mundo de las inversiones y de la propia economía.

La Bolsa de Londres (LSE), fundada en 1801, es una de las bolsas de valores más antiguas del mundo. Cuenta con una amplia presencia de empresas internacionales y es una de las principales plazas financieras europeas. 

Otra bolsa con una larga historia y con negociación física desde el origen mediante el sistema de negociación a viva voz es el New York Stock Exchange (NYSE), la mayor bolsa de valores del mundo por capitalización del mercado y volumen de contrataciones.

Los progresos tecnológicos del siglo XX han llevado a las bolsas de valores hasta la era moderna: los sistemas de trading electrónicos, introducidos con la llegada de los ordenadores y de internet, sustituyeron a los tradicionales sistemas de contratación a viva voz, haciendo que las transacciones fuesen más rápidas y eficientes, poniendo en contacto a inversores con las empresas desde distintas partes del mundo gracias a plataformas de trading online.

El NASDAQ, con sede en Nueva York y conocido por albergar a muchas empresas tecnológicas, es un electronic Exchange, gracias a que fue pionero en implementar la negociación completamente electrónica.

Entre las bolsas de valores más importantes a nivel mundial se encuentran también: la Bolsa de Tokio (TSE), la mayor bolsa de valores de Japón; la Bolsa de Hong Kong (HKEX), que sirve como puente entre los mercados financieros occidentales y asiáticos y la Bolsa de Frankfurt, conocida por ser un importante centro financiero de la zona euro. 

Te estarás preguntando si se puede tener una idea del rendimiento global del mercado a simple vista. 

¡La respuesta es sí! Gracias a los índices mundiales, instrumentos que incluyen las prestaciones de distintas bolsas de valores, se puede obtener una visión más amplia de las tendencias económicas a nivel global.

Por ejemplo, los índices bursátiles americanos son instrumentos clave para medir las prestaciones del mercado de valores en Estados Unidos (la bolsa EE.UU). Algunos de los principales índices incluyen el Dow Jones Industrial Average (DJIA), que representa el rendimiento de las acciones de 30 de las principales empresas estadounidenses; el S&P 500 (Standard & Poor's 500), índice compuesto por 500 de las mayores empresas estadounidenses que cotizan en bolsa, que se suele considerar como uno de los representantes más fieles de la marcha general del mercado respecto al Dow Jones; el NASDAQ Composite, que incluye a todas las empresas que cotizan en el NASDAQ y refleja las prestaciones globales del mercado de valores tecnológico estadounidense.

En el complejo y dinámico mundo de los mercados de valores, los brokers y los traders desempeñan papeles fundamentales, actuando como actores centrales de las operaciones de compraventa y contribuyendo a la vitalidad y la fluidez de los mercados globales. 

Los brokers, que actúan de intermediarios poniendo en contacto a los inversores y facilitando las transacciones, pueden ser online, cuando permiten la negociación autónoma mediante plataformas digitales, y tradicionales, en el caso de que ofrezcan servicios más amplios, incluida la asistencia personalizada.

Los traders (individuos o instituciones) analizan atentamente los datos del mercado y ejecutan órdenes de compra o de venta, gestionando el riesgo asociado a sus posiciones, para sacar provecho de las fluctuaciones de los precios. Se dividen en distintas categorías, entre ellas los day traders, que efectúan muchas transacciones durante el día, y swing traders, que mantienen posiciones para periodos más largos. Pero, ¿cómo funcionan las inversiones en bolsa?

Comprar y vender acciones …¡Seguro que te habrás preguntado alguna vez cómo empezar a invertir en bolsa! La compra de acciones conlleva la elección de una compañía, la determinación de la cantidad de acciones que se desean comprar y la emisión de una orden a través de un intermediario: el broker. Una vez ejecutada la orden, las acciones se transfieren a la cuenta de intermediación del inversor. Te damos algunos pasos para empezar a invertir en bolsa para principiantes.

Los eventos de gran relevancia internacional pueden influir sobre la confianza de los inversores, las condiciones económicas y las perspectivas de la compañía. Veamos de qué modo, en 5 puntos:

Eventos como crisis financieras, tensiones geopolíticas o pandemias pueden generar incertidumbre y aumentar la volatilidad en los mercados financieros. La incertidumbre suele provocar fluctuaciones mayores en los precios de las acciones. Un ejemplo sería la crisis financiera global de 2008, desencadenada por el colapso del mercado inmobiliario en Estados Unidos, las tensiones geopolíticas entre Rusia y Ucrania de los últimos años y la pandemia del coronavirus.

Los eventos que afectan a la economía global, como recesiones o recuperaciones económicas, tienen un impacto directo en las perspectivas de crecimiento de las empresas. Una recesión es una fase del ciclo económico caracterizada por una contracción de la actividad económica en la que se produce una disminución de la producción, un crecimiento negativo del PIB, un aumento del desempleo y una reducción del gasto de las familias y de las empresas. Se habla de recesión cuando la economía muestra una contracción prolongada durante al menos dos trimestres consecutivos. Durante una recesión es aconsejable: diversificar la cartera con activos refugio (por ejemplo, oro); elegir bonos de calidad alta considerados más seguros durante periodos económicos difíciles; fijarse en el mercado de valores, centrándose en empresas que operan en el sector de bienes de primera necesidad como alimentación y sanidad. Mantener una cobertura aseguradora y una liquidez en la cartera adecuadas y, por último, ayudar a aprovechar oportunidades de inversión durante y después de la recesión. Sin embargo, en periodos económicos estables se puede añadir riesgo a nuestras carteras a través de invertir en acciones de renta variable.

Los movimientos significativos en los tipos de cambio pueden afectar a las empresas que operan a nivel internacional y las fluctuaciones monetarias pueden tener un impacto directo en los ingresos y beneficios, afectando así a los valores de las acciones.

Las decisiones de los gobiernos, como cambios en las políticas fiscales o monetarias, anuncios de nuevas leyes, impuestos o políticas comerciales pueden tener efectos profundos en los mercados financieros influyendo en los sentimientos del mercado.

Tal como hemos visto, el comportamiento y el rendimiento de los mercados de valores pueden verse afectados por una amplia gama de factores y conllevar notables riesgos. Como consecuencia, diversificar la cartera, gestionar el riesgo y comprender la dinámica del mercado son las premisas fundamentales para gestionar con éxito las inversiones financieras. 

Por otra parte, tener información sobre el sentimiento económico general es muy valioso para anticipar el comportamiento de los mercados y, al mismo tiempo, adoptar estrategias para responder a los retos y oportunidades del ambiente económico.

Invertir en bolsa puede ser realmente complejo y arriesgado, pudiendo variar notablemente el rendimiento en los mercados de valores. Las previsiones sobre el comportamiento del mercado de valores mundial para los años venideros apuntan a que la tecnología será protagonista, gracias a la introducción de algoritmos avanzados y al uso de la inteligencia artificial. Invertir en economías emergentes puede ofrecer en los próximos años diferentes oportunidades y ventajas, gracias al potencial de crecimiento superior al de las economías ya desarrolladas y a una demografía favorable, con una población joven, que se puede traducir en una fuerza de trabajo dinámica y en un aumento de la demanda de bienes y servicios.